El tortazo fue descomunal, pero nada preocupante para un vampiro de su envergadura. Con la cara llena de sangre logró mezclarse en una fiesta de disfraces, donde conoció a la malévola bruja Kerkel, con quién logró hacer buenas migas. Ella era otro ser del demonio infiltrado, por lo que se hicieron grandes amigos. Le enseñó a Rajodys que hay mejores maneras de acabar con la población, reuniéndolos a todos en un mismo espacio y llevando a cabo un hechizo. Le enseñó el de los recortes, provocando protestas masivas, donde poder sacar sus preciosos colmillos a relucir y desangrarlos a todos juntitos. Uno de sus fines era llegar al poder absoluto de su pueblo y para ello estaba dispuesto a pedir un rescate, o mejor dicho un préstamo con condiciones muy favorables...
Pero no estaba sólo, había alguien capaz de hacerle frente, otro ser igual que el, con unos colmillos algo menos afilados, algo mas delgado y con afán de adelantarse por el reinado del lado oscuro. Hablamos de Rubalescoba. El vampiro mas temido en... en... en... su propia casa, donde nadie le quería y tenía que hacerse respetar.
En la próxima entrega conoceremos el desenlace, donde Espaliña acabará gobernada por la bruja Kerkel, derrotando a los dos vampiros donde su próximo objetivo será dominar el mundo.