lunes, 11 de junio de 2012

Alicia en el país de las pastillas

Me llamo Alicia y ayer por la noche estuve en El Pais de las Maravillas. No recuerdo muy bien como llegué allí, solo me acuerdo de que estaba sentada al aire libre de merienda con los colegas y me pareció ver un conejo. No se que leches me dieron de fumar pero me sentó fatal. El puñetero conejo llevaba en la mano un reloj de bolsillo, que yo me pregunto para que leches querrá un conejo vestido de chaleco un reloj. ¿Estará calculando la hora a la que pasará el próximo coche por la carretera para ser atropellado?
De repente me viene vagamente a la cabeza que un tío negro, con chupa de cuero y pintas de friky , me ofreció unas pastillas a elegir entre rojas y azules. Me dijo que si tomaba la roja me iría al Pais de las Maravillas y si me tomaba la azul seguiría viendo conejos trajeados. La verdad es que me moló mas lo primero.
Lo siguiente que recuerdo yo cayendo por un agujero. Concretamente a un pozo con agua. Allí fue donde me despejé de lo que me había fumado. Me habían tomado el pelo los muy mamones. Lo único para lo que no tengo explicación es para lo del conejo. ¿O era Rubalcaba? Ahora mismo desvarío un poco...




3 comentarios:

  1. Sí que existe un parecido razonable entre el conejito y Rubal... jajjajajajajaja

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  2. Ja ja ja. Vaya caras tienen los dos. Un abrazo.

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  3. La verdad es que tienen un parecido razonable. ¿A quién le gustarán mas las zanahorias? Ahí dejo esa pregunta.

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