Hoy simplemente quería mostraros esta foto, justo en la entrada a la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. La gente se hacía fotos con los dos "carabinieri" que custodiaban el acceso al templo, así que yo me animé y les dije si les importaba que el calvo posara con ellos. Lo curioso de la foto es la pose que toma el de la izquierda hacia mi persona, arrimando cebolleta. El hombre se sentirá aburrido siempre de la misma compañía e intentó captar nuevos adeptos. ¡Merengue, merengue!
Menos mal que no me di cuenta y me fui de allí echando leches. Si quiere pinchito que se busque a Jorge Javier Vazquez, que seguro que aceptará sin dudarlo.
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